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El amanecer y atardecer en los monasterios de la tradición Sakya, desde 1073, son bendecidos diariamente con dos rituales de gran beneficio para los seres; el ritual de ofrecimiento de cuatro mandalas a Tara y el ritual de Mahakala, respectivamente. Nuestra comunidad mantiene esta milenaria tradición no solo para consagrar el lugar día a día, sino también para que cualquier persona pueda beneficiarse de estás oraciones diarias realizando una ofrenda e indicando su petición de intenciones particulares.
Tara, conocida como la actividad de la compasión, cómo una madre liberadora de obstáculos internos y externos para sus hijos espirituales, nos guía en el camino en una dirección segura, venciendo los miedos y las dudas internas que obstaculizan nuestro desarrollo personal y liberación de nuestro verdadero potencial.
Vivir con las condiciones espirituales y materiales adecuadas es una necesidad propia de nuestra condición humana, sufrir pobreza espiritual y material es un obstáculo en el camino que cualquier persona debe resolver para vivir satisfactoriamente. Mahakala Blanco es un protector del Dharma asociado particularmente a la práctica de la generosidad y abundancia espiritual y material.
El acompañamiento a difuntos en el paso de una existencia a la siguiente, se realizá por medio de un ritual de 49 días correspondientes al estado intermedio conocido como el bardo, que comprende un periodo desde la muerte de una existencia y el nuevo nacimiento.
Amitayus es una de las tres deidades de larga vida, generalmente se le representa sentado y sosteniendo en sus manos un vaso bumpa que contiene el néctar de la inmortalidad.
Jamyang Tashi Dorje Rinpoché de entre sus diversos compromisos en la transmisión del Dharma reserva parte de su agenda de actividades para oficiar personalmente a un número reducido de 5 personas un ritual con dos partes e intenciones:
Del linaje de Amitayus, Hayagriva, Gurú Rinpoché y Thangtong Gyalpo el desarrollo de un larga vida y salud, y del linaje de Mahakala Negro, Gonpo Gur, de la escuela Sakya, la liberación de obstáculos y negatividades.